"Yo las páginas de Topolino no las hacía pensando en niños o en adultos, las hacía pensando en mí. Disfrutaba mucho haciéndolas. A veces, cuando iba en tren, observaba a los niños leyendo los tebeos de Bruguera, y cuando llegaban a mis páginas, las pasaba sin leerlas; a los niños no les gustaban, no las entendían."
Alfons Figueras (1922), tras unos años trabajando en Venezuela dentro del mundo de la animación, de regreso a España a mediados de los años 60 colabora en el filme El mago de los sueños y retoma su faceta de dibujante de tebeos en la serie The Keystone Kops, que firmará como Le Veque. Su vuelta también al sello Bruguera dará como fruto una serie de títulos como La familia Roby, El caballero Topito, Harry Kawallo o Cine locuras, aunque serán Aspirino y Colodión y, sobre todo, Topolino, el último héroe, sus creaciones más famosas.
Alfons Figueras (1922), tras unos años trabajando en Venezuela dentro del mundo de la animación, de regreso a España a mediados de los años 60 colabora en el filme El mago de los sueños y retoma su faceta de dibujante de tebeos en la serie The Keystone Kops, que firmará como Le Veque. Su vuelta también al sello Bruguera dará como fruto una serie de títulos como La familia Roby, El caballero Topito, Harry Kawallo o Cine locuras, aunque serán Aspirino y Colodión y, sobre todo, Topolino, el último héroe, sus creaciones más famosas.
La primera aventura de Topolino -que debía haberse llamado Melitón- apareció publicada en 1968 en la revista Bravo. Otras revistas donde se vieron publicadas sus historias fueron en Gran Pulgarcito, Super Mortadelo y Mortadelo, entre otras.
El tono de las series de Figueras era muy distinto al resto de productos Bruguera. Y Topolino precisamente no era una excepción ni mucho menos con un humor surrealista, deliradamente absurdo, y totalmente personal y característico.
La dirección de la casa no parecía demasiado satisfecha con aquellas historietas, hasta el punto de solicitarle siempre a Figueras que antes de dibujar sus páginas enviara guiones para su aprobación. Sin embargo, la permanencia de Figueras en la editorial hasta los años 70 en parte se debió como ha contado el propio Figueras a que "cuidaba mucho mis diálogos, y creo que a Rafael Gnozález, el director editorial, en el fondo le gustaba leer mis historietas, aunque siempre intentaba que hiciera algo distinto".
El tono de las series de Figueras era muy distinto al resto de productos Bruguera. Y Topolino precisamente no era una excepción ni mucho menos con un humor surrealista, deliradamente absurdo, y totalmente personal y característico.
La dirección de la casa no parecía demasiado satisfecha con aquellas historietas, hasta el punto de solicitarle siempre a Figueras que antes de dibujar sus páginas enviara guiones para su aprobación. Sin embargo, la permanencia de Figueras en la editorial hasta los años 70 en parte se debió como ha contado el propio Figueras a que "cuidaba mucho mis diálogos, y creo que a Rafael Gnozález, el director editorial, en el fondo le gustaba leer mis historietas, aunque siempre intentaba que hiciera algo distinto".
donde aparecen tres de los principales protagonitas de la serie:
Topolino, Colodión y el sargento de policia Adolfo.
Topolino, Colodión y el sargento de policia Adolfo.
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