"Era más una costumbre que una afición y, desde luego, no se trataba de algo adquirido deliberadamente o por pura malicia. Sin embargo, lo indudable era que Haviland Tuf no podía librarse ya de ese rasgo de su carácter. Coleccionaba naves espaciales.
Quizás hubiera resultado más preciso decir que acumulaba naves espaciales. Lo innegable era que el sitio para ello no le faltaba".
Los Viajes de Tuf, GEORGE R. R. MARTIN
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