Los fanatismos nunca son buenos. Ni los religiosos ni los políticos. Ni moros, ni cristianos, ni "rojos" ni "fachas". Y, sin embargo, en nombre de todos se han cometido barbaridades, injusticias y demás tropelías.
Por ser de "unos" o de "otros", no se es mejor o peor artista, por ejemplo. Tal vez sí, persona, pero eso es otra cosa. Un caso de este fanatismo (político) lo encontramos en cómo tildaba y/o resumía (injustamente) Antonio Lara la (dilatadísima) trayectoria profesional de Eduardo Vañó, creador y dibujante (no solo) de las aventuras de Roberto Alcázar y Pedrín. Corría el año 1976 y decía así "E. Vañó, guionista y dibujante mediocre, artesano concienzudo y de una paciencia ejemplar e insuperable se limitó a servir unos arquetipos que él no creó, pero que recogió del ambiente circundante, sin la menor garra, sin el más pequeño interés". Habiendo eso sí, previamente, clasificado la serie y a los personajes como "tufillo fascista" entre otras lindeces.
Como decíamos al principio, los fanatismos nunca son buenos, y la "memoria histórica" no sólo hay que respetarla desde un único punto de vista, el que (ahora) a nosotros nos interese...
Originales de Roberto Alcázar y Pedrín,
pertenecientes a la historia titulada "Misterio en Cabo Blanco",
fechada el 9 de julio de 1960
No entro en temas ideológicos. Solo quiero incidir en unas palabras de las citadas "sin la menor garra, sin el más pequeño interés"...
ResponderEliminarEs claro que Vañó no ha sido, ni de lejos, el mejor dibujante del mundo. También se puede afirmar que cómo guionista dejaba bastante que desear... pero esas historias "sin garra ni interés", tenían enganchadísima a toda la chavalería del país y, aún hoy (ya digo, que dejando tufillos fachosos al margen)se leen con agrado y fluidez gracias a su rápida, ágil, efectista y sencilla narrativa.
¿Tebeos de mero entretenimiento?
Sí, claro...
...eso pretendían.
Esto me trae a la cabeza la reseña que un periodista estadounidense escribió con motivo de la primera actuación de Lola Flores en New York:
"No es guapa, no canta, no baila...
... ¡no se la pierdan!".