Xavi Guerrero nos cuenta, con todo clase de detalles, su intento de haberse hecho con ésta, la que casi habría sido su portada soñada:
"Desde que tengo memoria, siempre he estado rodeado de cómics de todo tipo y gustos, pertenecientes a mis hermanos mayores. Aprendí a leer con Mortadelo y Tintín, ciertos irreductibles galos me hacían reir y plantaron con ayuda de Val la semilla de mi afición a la historia, mientras me emocionaba y maravillaba continuamente viendo (y posteriormente leyendo) las aventuras y sufrimientos de esos superhéroes americanos, en una época que Marvel o DC no significaban nada para mí pero sí sus personajes. Me podía pasar días enteros leyendo una y otra vez el mismo cómic, viendo como Spiderman se jostiaba con el Duende Verde dentro de un furgón blindado lleno de trampas que acababa cayendo al río; como tras ser capturados por ciertos robots gigantes, el tío bajito y gruñón de las garras lideraba una huída... acabando en el espacio para su (y mí) sorpresa; observando hipnotizado los espectaculares combates entre Daredevil y el tío del traje raro con una diana en la frente... incontables recuerdos.
Pero por encima de todos estaba él. El aventurero por excelencia, que deambulaba por un mundo tan grande como maravilloso sin atender a más ley que la de su moral y la de su espada, teniendo constantes aventuras a cada cual más fantástica que le hacían enfrentarse a todo tipo de hombres, criaturas, monstruos, demonios y dioses, sin más ayuda que su propia fuerza, habilidad e inteligencia. Desde la primera vez que eché mano a uno de sus cómics, Conan me fascinó como ningún otro había hecho, cautivandome para siempre pese a no entender porqué demonios la mayoría de sus cómics no eran en color.
Al cabo de los años, un día mi hermano llegó a casa con tres atractivos tomacos negros que había comprado bajo el brazo. Era la recopilación que hizo Forum de la saga de Conan y Bêlit, historia tan extensa como épica y dramática que supuso la culminación de mi enamoramiento con el personaje. Sin duda alguna son los cómics que más veces he releído, tanto usando los tomos de mi hermano como posteriormente mis propios, algo en lo que contribuía el dúo Buscema-Chan en su máximo esplendor, invitando a devorar una y otra vez cada una de sus páginas. Pero había una, la portada del último número, el mítico #100, que me atrapó de forma especial nada más verla y se me quedó grabada en la memoria, tal fuerza tenía, convirtiéndose en mi futuro Santo Grial aunque no lo supiera por entonces.
Bastantes años después, ya metido en el coleccionismo de páginas (de forma extremadamente modesta, y lo que durará), hice alguna busqueda superficial y con poca expectativa por si salía por algún lado, pero sabía que aún en ese improbable caso estaría fuera de mi alcance económico. Aunque de llegar a encontrarla no sé qué habría hecho...
Por otro lado, hace casi un año cotilleando por la página de Albert Moy me encontré la versión desechada de mi adorada portada. Una versión... distinta, sin la fuerza de la publicada pero con una tristeza grandiosa, siendo incapaz de calificarla como mejor o peor. Al momento supe que TENIA que ser mía. Debía hacerme con ella sí o sí y cuanto antes mejor... de hecho no entendía como no había volado ya. Pero por aquella npoca no podía permitirme gastarme lo que pedía -cerca de 3000$, aún habiendola rebajado recientemente)-, así que me pasé varios días pensando, haciendo números y dando martillazos a mis cuentas para averiguar como cojones dar cabida a ese posible gasto extra cuando estaba con el agua casi en el cuello. Al final lo logré, incluyendo una previsión de gasto extra para encargar que le añadieran título, rótulos y demás, pero cual fue mi sorpresa cuando una vez lo tenía ya todo preparado, me dirijo a la página del señor Moy.... y no había rastro de la portada. Al momento le escribí preguntandole sobre ella y efectivamente mis temores se confirmaron: la había vendido... ¡y ese mismo día! No quiso darme más detalles o el nombre del (afortunado) bastardo, pero podéis imaginar como me quedé :)
Quizá pequé de inexperiencia en estas lides, pudiendole haber mandado un mail para que me la apartara temporalmente o algo... pero cuando hay dinero por medio no me gusta hacer cábalas si no estoy seguro que lo tendré o no. Ya podrían haberme educado distinto, pardiez."
"Desde que tengo memoria, siempre he estado rodeado de cómics de todo tipo y gustos, pertenecientes a mis hermanos mayores. Aprendí a leer con Mortadelo y Tintín, ciertos irreductibles galos me hacían reir y plantaron con ayuda de Val la semilla de mi afición a la historia, mientras me emocionaba y maravillaba continuamente viendo (y posteriormente leyendo) las aventuras y sufrimientos de esos superhéroes americanos, en una época que Marvel o DC no significaban nada para mí pero sí sus personajes. Me podía pasar días enteros leyendo una y otra vez el mismo cómic, viendo como Spiderman se jostiaba con el Duende Verde dentro de un furgón blindado lleno de trampas que acababa cayendo al río; como tras ser capturados por ciertos robots gigantes, el tío bajito y gruñón de las garras lideraba una huída... acabando en el espacio para su (y mí) sorpresa; observando hipnotizado los espectaculares combates entre Daredevil y el tío del traje raro con una diana en la frente... incontables recuerdos.
Pero por encima de todos estaba él. El aventurero por excelencia, que deambulaba por un mundo tan grande como maravilloso sin atender a más ley que la de su moral y la de su espada, teniendo constantes aventuras a cada cual más fantástica que le hacían enfrentarse a todo tipo de hombres, criaturas, monstruos, demonios y dioses, sin más ayuda que su propia fuerza, habilidad e inteligencia. Desde la primera vez que eché mano a uno de sus cómics, Conan me fascinó como ningún otro había hecho, cautivandome para siempre pese a no entender porqué demonios la mayoría de sus cómics no eran en color.
Al cabo de los años, un día mi hermano llegó a casa con tres atractivos tomacos negros que había comprado bajo el brazo. Era la recopilación que hizo Forum de la saga de Conan y Bêlit, historia tan extensa como épica y dramática que supuso la culminación de mi enamoramiento con el personaje. Sin duda alguna son los cómics que más veces he releído, tanto usando los tomos de mi hermano como posteriormente mis propios, algo en lo que contribuía el dúo Buscema-Chan en su máximo esplendor, invitando a devorar una y otra vez cada una de sus páginas. Pero había una, la portada del último número, el mítico #100, que me atrapó de forma especial nada más verla y se me quedó grabada en la memoria, tal fuerza tenía, convirtiéndose en mi futuro Santo Grial aunque no lo supiera por entonces.
Bastantes años después, ya metido en el coleccionismo de páginas (de forma extremadamente modesta, y lo que durará), hice alguna busqueda superficial y con poca expectativa por si salía por algún lado, pero sabía que aún en ese improbable caso estaría fuera de mi alcance económico. Aunque de llegar a encontrarla no sé qué habría hecho...
Por otro lado, hace casi un año cotilleando por la página de Albert Moy me encontré la versión desechada de mi adorada portada. Una versión... distinta, sin la fuerza de la publicada pero con una tristeza grandiosa, siendo incapaz de calificarla como mejor o peor. Al momento supe que TENIA que ser mía. Debía hacerme con ella sí o sí y cuanto antes mejor... de hecho no entendía como no había volado ya. Pero por aquella npoca no podía permitirme gastarme lo que pedía -cerca de 3000$, aún habiendola rebajado recientemente)-, así que me pasé varios días pensando, haciendo números y dando martillazos a mis cuentas para averiguar como cojones dar cabida a ese posible gasto extra cuando estaba con el agua casi en el cuello. Al final lo logré, incluyendo una previsión de gasto extra para encargar que le añadieran título, rótulos y demás, pero cual fue mi sorpresa cuando una vez lo tenía ya todo preparado, me dirijo a la página del señor Moy.... y no había rastro de la portada. Al momento le escribí preguntandole sobre ella y efectivamente mis temores se confirmaron: la había vendido... ¡y ese mismo día! No quiso darme más detalles o el nombre del (afortunado) bastardo, pero podéis imaginar como me quedé :)
Quizá pequé de inexperiencia en estas lides, pudiendole haber mandado un mail para que me la apartara temporalmente o algo... pero cuando hay dinero por medio no me gusta hacer cábalas si no estoy seguro que lo tendré o no. Ya podrían haberme educado distinto, pardiez."
La portada deshechada para Conan the Barbarian #100.
Propietario: Kan Blagowski.
Joer, qué mala suerte, porque la portada rechazada tiene también su encanto.
ResponderEliminarYo de no haber escogido la página de Thor, seguramente hubiera escogido la portada del primer tebeo de Conan que tuve, que también pertenecía a la saga de Belit y que me hizo descubrir a John Buscema.
Vaya.¿Y no le preguntaste a su recién nuevo propietario si la vende?
ResponderEliminarSi tuviera algo de más fondo de bolsillo sin duda, pero aunque lo vendiera me sería imposible ahora mismo, y no tiene visos de mejorar en un bueeen tiempo.
ResponderEliminarTremenda portada del maestro Buscema. Tienes toda la razón en que a la portada rechazada le falta la fuerza de la usada pero parece reflejar mas dolor. Lastima de oprtunidad.
ResponderEliminarY pensar que Pablo me habría odiado toda su vida si yo hubiera sido el que se la birló de las manos. Sí, yo también le eché el ojo a esta portada deshechada. El precio me echaba un poco para atrás y además como acababa de pillarme la splash del What if... de Conan, pues me frené en esta ocasión.
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