En 1975 Marvel publicó su primer wall-calender. Fue uno de sus primeros productos de mercadotécnia. Luego vendrían camisetas, pegatinas, muñecos, vasos hasta llegar a nuestros días con una propia productora cinematográfica. Ver para creer conociendo los precarios inicios Atlas-Timely de la compañía allá por los años 50.
La ilustración que sirvió para este primer calendario la dibujó Ron Wilson, pero lo curioso del caso es que estos días se está vendiendo en Ebay una ilustración muy similar -muy, muy similar- pero firmada por el gran John Romita Sr.
ACTUALIZACIÓN: Vendida finalmente por $4,494
La ilustración de Romita Sr., aunque fechada en 1977, probablemente sea de ese mismo año y sirviera de algún modo de modelo de referencia para su portada o, simplemente, fuera descartada por Stan Lee a favor de la propuesta de Wilson (¿!).
Lo que sí está claro es que Romita Sr. participaría en dicho calendario con otras ilustraciones en páginas interiores dando muestra de haber sido uno de los más grandes artistas - y la vez más infravalorados- del bullpen de los años 60 y 70 de Marvel.
Eso de infravalorado no lo tengo muy claro, en su dia dibujaba el Amazing Spiderman (entre otras por supuesto) que precisamente no era una colección menor y actualmente como que no me llega para hacerme con una página suya de esa serie. De portadas ni te hablo. Salu2 veraniegos.
ResponderEliminarTanto a él como a John Buscema tenían la etiqueta de dibujante "artesano". Sólo en los últimos años se les ha reconocido a ambos su impresionante labor e importancia dentro de Marvel y del cómic americano.
ResponderEliminarInfravalorado con respecto a otro artistas llamados "hots". Y siempre se hizo de cargo de series sustituyendo a... Daredevil (Wood), Ditko (Spiderman), Kirby (Fantatic Four)... Lo que veía claramente Stan Lee en los 60 no lo vió el resto del mundo hasta mucho más tarde.
La historia de cuánto valen hoy en día sus originales, ésa es otra historia a tratar en otro momento, pero otros artistas que no le llegan a la suela venden por el doble, lo cual no demuestra que haya una clara relación calidad-precio.