Original perteneciente a El Valle de los Hombres sin Alma (1967),
por José Larraz
Hay autores malditos y además autores malditamente desconocidos. El recién fallecido Jesús Franco -¿quien?- lo era, las dos cosas, y como él, José Ramón Larraz -¡¿quién?!-. Ambos firmaron con mil pseudónimos sus heterógeneas e inclasificables obras -tan discutibles como discutidas-, y en ambos casos también su fama era mayor fuera de su país que en el propio. Ambos han gozado igualmente, ya en la senda de los elefantes, un cierto (y merecido) reconocimiento.
Así, dentro del marco de Expocómic 2012, José Ramón Larraz tuvo un protagonismo inusitado -fundamentalmente por ser tan desconocido su trabajo en su propio país- al presentarse su libro de memorias "Del tebeo al cine, con mujeres de película" y dedicársele una de las exposiciones.Y es Larraz, autor nacido en Barcelona en 1929, tuvo que desarrollar prácticamente toda su carrera profesional -como guionista, dibujante de cómics y director de cine- fuera de España.
Así, dentro del marco de Expocómic 2012, José Ramón Larraz tuvo un protagonismo inusitado -fundamentalmente por ser tan desconocido su trabajo en su propio país- al presentarse su libro de memorias "Del tebeo al cine, con mujeres de película" y dedicársele una de las exposiciones.Y es Larraz, autor nacido en Barcelona en 1929, tuvo que desarrollar prácticamente toda su carrera profesional -como guionista, dibujante de cómics y director de cine- fuera de España.
A pesar de ser un autor bastante desconocido, José Larraz daría su primer paso importante como profesional sustituyendo a Francisco Batet en la popular serie El Coyote. A mediados de la década de los 50 emigró a Francia donde publicó sus tiras de cómic en algunos de los principales diarios y publicaciones franceses como L´Equipe, France Soir, L`Aurore o Le Parisien Libéré, a la vez que colaboraba con la revista Pilote. Luego, a mediados de los años sesenta, se trasladaría a Belgica, donde conoció a algunos de los más reconocidos
dibujantes del país como Péyo, Morris o Franquin, con los que compartió
páginas en las míticas revistas Spirou y Tintín. En Spirou realizaría el álbum El Valle de los Hombres sin Alma, y con diferentes pseudonimos guionizó para Jesús Blasco (Los Guerrilleros) o Jordi Bernet (Paul Forán).
En 1969, Larraz decide embarcarse en una nueva aventura creativa y emigra a Londres atraído por la escena del cine independiente y de terror. Gracias a un primer "storyboard" tan elaborado -"que hubiera podido publicarse como cómic", tal como él mismo comentaba-, obtuvo financiación para su ópera prima, Whirpool (1970), descrita en su cartel promocional como "más impactante que Psicosis, más sensual que Repulsión y más que Baby Jane", en alusión a otros clásicos de la época.
En 1974, Larraz logró hacerse un nombre con Síntomas (Symptoms), seleccionada para el Festival de Cannes de ese año, y con Vampyres, distribuida más tarde en España como Las Hijas de Drácula y catalogada "X" en Inglaterra por su contenido explícito y considerada un obra de culto del género de terror.
Luego, tras su vuelta ya a territorio patrio, su filmografía se redireccionaría hacia producciones de corte más bien erótico (El periscopio, Polvos mágicos) y series de televisión (Goya, Las aventuras de Pepe Carvahlo). Asímismo, a finales de los 70 y principios de los 80 retomaría su carrera tebeística en publicaciones como Rambla.
En 1969, Larraz decide embarcarse en una nueva aventura creativa y emigra a Londres atraído por la escena del cine independiente y de terror. Gracias a un primer "storyboard" tan elaborado -"que hubiera podido publicarse como cómic", tal como él mismo comentaba-, obtuvo financiación para su ópera prima, Whirpool (1970), descrita en su cartel promocional como "más impactante que Psicosis, más sensual que Repulsión y más que Baby Jane", en alusión a otros clásicos de la época.
En 1974, Larraz logró hacerse un nombre con Síntomas (Symptoms), seleccionada para el Festival de Cannes de ese año, y con Vampyres, distribuida más tarde en España como Las Hijas de Drácula y catalogada "X" en Inglaterra por su contenido explícito y considerada un obra de culto del género de terror.
Luego, tras su vuelta ya a territorio patrio, su filmografía se redireccionaría hacia producciones de corte más bien erótico (El periscopio, Polvos mágicos) y series de televisión (Goya, Las aventuras de Pepe Carvahlo). Asímismo, a finales de los 70 y principios de los 80 retomaría su carrera tebeística en publicaciones como Rambla.
Larraz no hacia solo los guiones de Paul Foran, sino que hacia un poco de todo. Los pseudonimos de los autores de la serie eran un poco arbitrarios. Las historias las hacian con un orden, y luego salian publicadas en otro. Los guiones podian ser de Larraz o del tio de Jordi, y los dibujos de Larraz, Blasco y Jordi aunque solo uno estuviese acreditado. Segun Jordi, como el era el mas joven, le daban las vinetas o paginas mas complicadas, y a veces las publicaban tal cual sin acerditarle, o Larraz las copiaba o calcaba.
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