Artículo aparecido en la web italiana City ComicArt:
Ultimamente muchos coleccionistas se están soprendiendo del hecho de que algunos originales estén alcanzando precios récord en las subastas francesas y americanas. Muchos piensan que es imposible que con esta crisis haya gente que gaste todo ese dinero y piensan que los precios pagados sean falsos o estén inflados a conciencia.
Por desgracia, no es totalmente cierto que estos precios récord de Heritage o de las subastas francesas de los últimos meses estén manipuladas: los precios son reales y ha influido en esta terrorífica subida de precios, parodójicamente, la propia crisis económica que está actuando incontroladamente en medio mundo.
Para entencer mi punto de vista del tema, que luego os explicaré, debemos partir de un aspecto muy simple: la crisis no afecta a todos, y es más, con las crisis económicas hay gente que se enriquece. Empresarios, financieros, banqueros, profesionales bien situados, pero también deportistas o actores que no tienen problemas de dinero.
Gente que gana millones de euros (o dólares) al mes los hay todavía muchos por el mundo e incluso cada vez más: basta mirar a las nuevas generaciones de chinos y rusos. Tal vez haya gente que en Occidente dentro de poco morirá de hambre en mitad de la calle, pero el ruso con el Rolex en el brazo o el chino al volante de un Ferrari habrá siempre.
Además, debemos entender que cuando hablamos de coleccionismo de originales no debemos pensar sólo en el tipo con la carpeta clasificadora que en un salón del cómic te vende páginas tras un stand de madera o en el chaval que se compra una página de 50 euros en Ebay (con todo mi respeto para quien compra en Ebay, que yo soy el primero en hacerlo). No, debemos empezar a pensar en los originales como en un objeto que tiene su propia dignidad intínseca y, sobretodo, su propio valor económico.
Teniendo en cuenta estos dos aspectos podemos pasar al meollo del asunto que és muy simple: los ricachones de ahí arriba, en un momento de crisis económica, han hecho desaparecer las tradicionales formas de inversión (mirad por ejemplo qué ha sucedido con el ladrillo en los EEUU o en España y qué está sucediendo también en Italia con todos los impuestos que nos han metido), han empezado a mirar a su alrededor buscando algo donde invertir. Lo han intentado primero con el arte contemporáneo arruinando en pocos años el mercado medio/bajo, después han pasado al mercado del oro, alcanzado precios altísimos, y también aquí ya están a punto de destrozarlo, y ahora han llegado al coleccionismo de los originales.
De hecho, bancos americanos y franceses se han dado cuenta que en los últimos años los porcentajes más grandes de ganancias se lo han dado quienes han gastado sus ahorros con los originales. Se han dado cuenta que mejor que invertir en bolsa que te dan un cero como por ciento de interés o invertir en el ladrillo que ya nadie quiere, y que se ha convertido en una auténtica losa, es mejor buscar una forma de inversión alternativa que permita en pocos meses duplicar como mínimo sus ganancias.
Por esta razón, algunos bancos americanos y franceses tienen consejeros financieros que aconsejan como principal forma de inversión a sus ricos clientes, que quizás antes compraban obras de arte, comprar páginas originales de cómic. Además, muchísimos bancos americanos y franceses han empezado a consierar los originales como verdaderos y propios bienes inmuebles: esto significa que si uno va con un buen montón de originales a un banco a pedir un préstamo ofreciendolos como garantía, el banco no se lo piensa dos veces a soltar la pasta.
Esto es porque los originales ya tienen un trasfondo de valor real: es decir, se sabe que una página original del Thor de Kirby vale un tanto, una de Ditko otro tanto, una ilustración de Moebius otro tanto y así con todo (naturalmente siempre teniendo en cuenta las características de la página y sabiendo que una portada del Spiderman de Romita jamás costará 500 dólares).
De todos modos, el incremento de precios en subastas hay que atribuirlo precisamente al hecho que gente con mucho dinero han decidido invertir en nuestro pequeño mundo, haciendo subir en poco tiempo el precio de los originales.
Un amigo que ha regresado hace poco de un viaje a París para comprar originales, me ha dicho que hablando con varios vendedores franceses, éstos le han confiado que venden ya más a personas que no han leído un tebeo en su vida, en lugar de a los verdaderos aficionados.
Bueno, por desgracia esto se sabe: en la vida hay quien tiene la pasión pero no el dinero, y hay quien tiene el dinero pero no la pasión...