Entre las mejores historias de Fantastic Four destacan las clásicas realizadas por sus creadores Stan Lee y Jack Kirby: los números realizados con la primera llegada de Galactus (FF#48-50 USA), Fantastic Four #45 (Los Inhumanos), FF #51 (Este monstruo...), FF#57 (Muerte con el poder cósmico), el número de la boda de Reed Richard y Sue Storm (Fantastic Four Annual #3) y, por supuesto, el FF #1
(1961), origen de la serie y cuya portada se ha homenajeado/versionado
infinididad de veces convirtiéndose en un auténtico icono de Marvel.
Tras los números de Lee/Kirby, la serie volvería a (re)vivir otra etapa trascendental con John Byrne como autor completo de la serie (FF#232-293)
a principios de los 80 del siglo pasado. A lo largo de los cinco años
que estuvo al frente de ella realizó números memorables como el del
vigésimo aniversario (FF#236), el FF#242 (la batalla contra Terrax, historia que forma parte de la saga El Juicio de Galactus), el FF#247 (casi un epílogo de FF#236) o el FF#285
(la historia del chico que quiso imitar a la Antorcha Humana). También
entre estas historias señaladas como las mejores de Byrne de la revista
de cómics más grande del mundo podríamos incluir otras muchas como la
del FF#235 (batalla contra el planeta Ego) o la del FF#262, para muchos el final de la ya mencionada El juicio de galactus.
¿Recordáis esta última historia? John Byrne lleva retraso con la entrega
del último número de
Los 4 Fantásticos, y el editor de la serie, Michael Higgins, lo llama
por teléfono para hablar con él. Byrne se queja de que no tiene historia
para el siguiente número de la serie porque no consigue hablar con Los 4
Fantásticos, nadie le contesta en el Edificio Baxter y ¡¡no se va a
inventar el guión!! Cuando John cuelga el teléfono, El Vigilante ha
venido a casa de Byrne y se lo lleva fuera de este mundo para que sea
testigo de la más reciente
aventura de Los 4 Fantásticos, una aventura que bien podría ser la
ultima de los héroes pues se trata de ¡¡el
Juicio de Reed Richards!!
En esta historia Byrne rompe la cuarta pared del cómic, una jugada que haría de forma sistemática y juguetona en The Sensational She-Hulk años más tarde (1989-1993).
El que un original pertenezca a una etapa señalada de una serie puede ser un criterio -más o menos objetivo- a la hora de
establecer su precio. Así, de Fantastic Four, las páginas originales más
valoradas serían la de los números citados pertenecientes a estas dos
etapas, aunque, lógicamente, existen otros muchos condicionantes que marcan el precio de un original.
Aunque, a veces, es el propio aficionado quien lo marca. Por ejemplo, siguiendo con
la etapa de Byrne, en un número totalmente trascendental y arquetípico
como el FF#250 USA (lucha del cuarteto contra los "falsos"
X-Men) ha sido el propio aficionado, el ejercicio de nostalgia y su "frikismo", quienes han marcado el precio (exagerado) de esas páginas.
También es verdad que ha podido influir que todas los originales de este
número los vendiera una sola persona y él estableciera un precio inicial, pero, al fin y al cabo, somos nosotros, los coleccionistas, quienes lo pagamos o no.