Jarrett es un telefilme que produjo la NBC en 1973 donde Glenn Ford interpreta a Sam Jarrett, un investigador privado especializado en encontrar obras de arte. En esta película -en realidad se trataba del piloto de una serie dedicada al personaje- recibe un complicado encargo: encontrar unos pergaminos relacionados con la Biblia.
Junto a Ford aparecen dos conocidos actores: Anthony Quayle e Yvonne Craig (Batgirl). Quayle, que hace el papel de malvado coleccionista, posee una enorme mansión y cada habitación está dedicada a un tipo de coleccionismo. Una de ellas, de hecho, estaba repleta de montones y montones de cómics, y en el centro de la misma había una ¿¡trituradora de papel?!
Y ahora viene el quid de la cuestión... En una reveladora escena de esta película el personaje de Quayle le muestra dos cómics al de Glenn Ford, comentando que son los dos únicos ejemplares que quedan del cómic, el más valioso de todo el mundo, añade. Y tras coger uno de ellos y pasarlo por la trituradora, comenta Quayle entonces que el que queda vale ahora el doble...
¿Qué hace pues valioso a un cómic? A grandes rasgos se podría resumir el asunto en dos aspectos fundamentales: su significación histórica y su su escasez.
Esa es la conclusión, aplicada a los comic-books, a la que llegaba John Byrne en "Una llama de esta altura...", columna de opinión publicada a mediados de los 90 en el coleccionable Next Men. Pero que bien podría extenderse al mundo del coleccionismo de originales de cómic, ¿verdad?
Fotograma de Jarrett con un póster de la portada de
Demon #05 de Jack Kirby