Este pasado fin de semana se celebró una nueva edición de EXPOCÓMIC. Y lo del término "nueva" es importante porque había bastantes novedades como la nueva ubicación (IFEMA, en lugar de la Casa de Campo), nueva organización (a cargo de una empresa de eventos belga, en lugar de los Amigos del Cómic)
PROS
- El diáfano recinto: La superficie del evento ha aumentado y con ello se pueden realizar muchísimas más actividades como así ocurrió. Con ello todo estaba mucho más organizado y los espacios más definidos.
- Las exposiciones de originales estaban bien montadas y en un sitio visible.
- Las colas de firmas de los autores invitados estaban mucho mejor organizadas y funcionaban mejor que con el sistema anterior de "números".
- El formato anterior de Expocómic estaba dando signos de cansancio y esta edición ofrece un esperanzador reboot del evento.
- Por vez primera había un stand dedicado exclusivamente a la venta de originales a parte del montado por la organización. Un acierto que El Arte del Cómic decidiera asistir.
CRONTRA
- El stand de la organización dedicado a la venta de originales de los autores invitados. Se precisa en el futuro a un responsable que entienda qué está ofreciendo y ofrezca confianza al propio autor.
- No había puestos de saldo de cómics y pocos con material de descatalogado o segunda mano.
- Se echó en falta un auténtico autor estrella. Los nombres más internacionales fueron Mark Buckingham y Bryan Talbot.
- Las actividades paralelas -firmas de los autores, charlas, presentaciones- no estaban apenas descritas o destacadas en el programa.
- El precio de la entrada. Pero se entiende que la idea de la empresa es, ante todo, hacer negocio -por otra parte comprensible- y que la idea es imitar el modelo de las grandes convenciones americanas.
- Que algunos sectores del cómic, desde el principio y sin apenas referencias, no confiaran en la nueva gestión del evento y no asistieran. Un error por su parte y que probablemente subsanarán en futuras ediciones.
En resumen, una edición más que interesante, con múltiples opciones de entretenimiento que, con sus luces y sombras, da un primer paso para convertirse en el mayor evento de cómic en España que bien podría llamarse en un futuro MADRID CÓMIC.