Dibujo y tinta: John Byrne
En el año 1985, John Byrne vivía uno de sus mejores momentos creativos. Tal vez el más importante de su carrera, compaginando su inolvidable labor en Fantastic Four e insuflándole vida a una creación propia, Alpha Flight. Era el "mejor", y al mejor se le permitían caprichos como saltar de -casi literalmente- Alpha Flight y colarse -literalmente- en The Incredible Hulk. El truco le salió bastante bien, pero su andadura por la serie del gigante verde solo llegó a la media docena de números. Sus caprichos cayeron en desgracia y la lucha de egos entre él y Jim Shooter, el editor jefe de Marvel, terminó con Byrne abandonando la editorial, haciéndose cargo del que sea uno de los mayores iconos del siglo XX. Hablamos de Superman. Pero, como se suele decir, eso es otra historia... La de hoy era la del final de la relación de Byrne con Marvel por ser rechazado el que es considerado The Incredible Hulk #320 USA por su planteamiento narrativo -cada página del cómic era una splash-. Lógicamente, esta historia no podía quedar en un cajón, y menos con DC y Byrne triunfando con el Hombre de Acero, y esta historia terminaría siendo rescatada y publicada un año más tarde en el Marvel Fanfare #29 USA (noviembre de 1986). No podía ser de otra manera, ni siquiera Marvel podía permitirse el lujo de no publicar un cómic del que era el "mejor" en ese momento, aunque estuviera trabajando para la distinguida competencia. Lo curioso del caso es que ese mismo editor daría más tarde el visto bueno a Walter Simonson para contar la espectacular lucha de Thor contra la serpiente Jormungand en The Mighty Thor #380 USA (junio de 1987) siguiendo esa misma estructura de splashes...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ARTcomentario