Hay momentos críticos en cualquier adicción. Uno de ellos es cuando te das cuenta que ya no la controlas y es ella quien te controla a ti. Otro es cuando ya no la puedes mantener. En cualquiera de los dos casos, tienes que tomar "esa" decisión. Y no es fácil. Nunca lo será. Hablemos hoy del primer supuesto.
A mí la alerta me ha saltado dos veces. La primera hace unos años cuando preparando un envío descubrí una página original de cómic entre los cartones que reciclo y uso para reenviar. Se había quedado allí durante semanas, o quizás meses. La segunda me ocurrió recientemente al estar hojeando un tomo de las tiras publicadas de Rip Kirby y me encontré un marca páginas muy original. ¡¡Y tanto!! Se trataba de una viñeta de Alex Raymond. La había colocado allí para señalar la página por donde había dejado la lectura. Y allí se quedó.
Lo peor es que en ninguna de estas dos ocasiones había echado en falta la pieza en cuestión. Y cuando un coleccionista de originales alcanza ese estado en el que no llega a saber lo que tiene y lo que no tiene, malo. Algo tendría que hacer. Algo tendré que hacer...
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