Hay cosas en este mundo del coleccionismo que no se entienden... O al menos yo soy incapaz de comprender. Por ejemplo, un señor le pide a Frank Miller que le haga un dibujito de Daredevil en la portada de determinado cómic (imagen de arriba), para luego pedirle a Joe Rubinstein que lo entinte (¡¡??). Resultado: esta incongruencia y espanto de entintado que reduce la esencia de Miller a la firma.
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