Gracias a profesionales como Juan Manuel Muñoz Chueca, estas cosas tienen arreglo. Y es que, si sumamos sus comienzos en Bruguera, más el tiempo en Grijalbo, Ediciones B y hasta hace poco en Random House, más de 40 años como colaborador de Francisco Ibáñez lo avalan y lo respaldan. No es de extrañar que el resultado final de la restauración de este original no podía haber caído en mejores manos.
Excelente trabajo sin duda, enhorabuena
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