The Sensational She-Hulk.

Byrne ya había trabajado con She-Hulk. Fue a mediados de los 80, justo antes de irse a DC, en una novela gráfica dedicada a ella. No era de extrañar, pues, que la incluyera como cuarto miembro de Los 4 Fantásticos en la parte final de su estancia en la colección; o que decidiera resucitar un título que nunca había terminado nunca de despuntar.
El primer núnero de She-Hulk (vol.2) salió con fecha de mayo de 1989, coincidiendo con el #44 de West Coast Avengers, tercer número de Byrne en esta otra serie. Durante un tiempo estuvo simultaneando ambas colecciones, e incluso durante un par de números con la de Wolverine. Nos acordamos entonces de la capacidad que ha tenido siempre Byrne de dibujar alrededor de sesenta páginas mensuales. Pero es que, a la vez que se encargaba de She-Hulk y Namor -finales de 1991-, era responsable de los guiones de X-Men e Iron Man.

The Sensacional She-Hulk se convirtió en una serie original, divertida, sorprendente y, todo hay que decirlo, muy bien dibujada. Byrne tuvo mano libre -¿cuándo no la ha tenido?- y jugó con los personajes, el metalenguaje del cómic, otorgándole una frescura a la colección inimaginable hasta entonces. Todo ello en los veintisiete números que se mantuvo en la serie (del 1 al 8 y del 31 al 50). El último de ellos coincidiría con su nueva marcha de Marvel en marzo de 1993. Unos meses antes también había dibujado otra serie, Namor The Submariner.
Para muchos su trabajo en She-Hulk fue su último gran trabajo. Para muchos fue su canto del cisne. En mi opinión, su último gran trabajo lo realizaría un par de años más tarde con los Next Men.