El grupo canadiense de superhéroes había aparecido por vez primera en las páginas de los números 120 y 121 de The Uncanny X-Men (abril y mayo de 1979), en los gloriosos tiempos días de colaboración de Chris Claremont y John Byrne en la colección. Años más tarde, Byrne aceptaría de Marvel la propuesta de dotarlos de serie propia, tan sólo para comprobar al poco tiempo que aquellos personajes habían sido concebidos con unos cimientos demasiados escasos. La colección aún no había alcanzado la treintena de números cuando Byrne se acogió gustoso a la oportunidad de dejarla en otras manos, canjeándola por la de un clásico en el que aún no había dejado su impronta: The Incredible Hulk. En los números 29 de Alpha Flight y 314 de The Incredible Hulk, ambos con fecha de portada de diciembre de 1985, los equipos creativos se intercambiaron.
Esas podrían ser, en palabras de José Mª Méndez, la historia de este grupo. A pesar de lo dicho, esta serie, Alpha Flight, es considerada uno de los trabajos más importantes de Byrne -junto a la también mencionada etapa en The Uncanny X-Men, Los 4 Fantásticos y She-Hulk- y casi el canto de cisne del autor.
El primer número de Alpha Flight tiene fecha de portada agosto de 1983 y el último, ya lo hemos dicho, diciembre de 1985. De las veintiocho portadas que Byrne dibujara destacamos la que acompaña este texto. Tal vez no sea la más atractiva, la mejor resuelta, la más original, pero contenía en su interior uno de los cómics que más me impactaron de la serie.
El resto de portadas aquí.
Ah, por cierto, el original de esta portada está en manos de un afortunado Alex Chun.
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