El #232 (julio de 1981) de Fantastic Four significó la vuelta de Byrne a la colección. Una vuelta donde Byne se hizo con el control absoluto de la misma, encargándose tanto de guión, dibujo como de las portadas. Puso el contador en cero, se olvidó de la breve e irregular etapa de Doug Moench y Bill Sienkiewicz e hizo lo que quiso (con bastante buena nota) hasta que se marchó cinco años más tarde (#294 USA).
Esta segunda etapa de Byrne en la serie se podría dividir en dos momentos. El primero iría desde su retorno hasta el #273, último número donde él mismo entinta sus lápices. Aunque bien es verdad que ya en una ocasión Terry Austin había entintado el #238, y Kerry Gammill, incluso, se había encargado del dibujo de gran parte del #266 y Byrne, curiosamente, sólo de su entintado. Y el segundo momento se produciría cuando el entintado de la serie deja de hacerlo el propio Byrne.
Será a partir del #274 cuando el acabado final de la serie dependería de los diferentes entintadores (Al Gordon, Jerry Ordway, Terry Austin y P.Graig Russel), quienes, con más o menos acierto, embellecieron los (¿cansados ya?) lápices de Byrne.
Obviamente no se vendió. Están los precios superinfladísimos... 500$ por una página sin fondos (todo negro) y en la que no sale ninguno de los 4F originales.
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